domingo, 22 de septiembre de 2013

Presentación

A mis 18 años, de cara a una decisión vocacional, me he dado cuenta que optar por una carrera no es como escoger entre blanco y negro. ¿Cómo saber qué es lo que a uno realmente le apasiona y más aún, si lo que hoy es mi anhelo, prevalecerá a través del tiempo? 
Si nos dejamos guiar por nuestro raciocinio podemos llegar a enterrar nuestros anhelos por temor, confusión, o por creer ilusamente que estamos haciendo lo correcto. Si nos dejamos guiar por el corazón, no ha de pasar mucho tiempo antes de necesitar poner los pies sobre la tierra. Al día de hoy llevo dos semanas de clases, y creo que he encontrado el equilibro adecuado en la carrera de Publicidad. El publicista es una persona muy poderosa, y si bien puede inducir a error a muchas personas, también puede cambiar sus vidas por completo. Me tomó un tiempo identificarme con la publicidad, especialmente porque mi pasión es la música. He tocado saxofón desde hace varios años, y durante estos últimos meses he luchado por caminar hacia un título en Producción Musical e Ingeniería de Sonido. Hoy entiendo que todavía no es el momento, pero con certeza puedo decir que la Publicidad y la Música se van a complementar de maravilla. Al final, la mayoría de las campañas publicitarias pasan por un proceso de Producción Musical e Ingeniería de Sonido. 

Fue precisamente en esta búsqueda de carrera donde encontré el trabajo que tengo actualmente. Gracias a Dios, logré la admisión a Berklee College of Music, sin embargo me faltaban los fondos para poder asistir. Llevo casi tres meses en SYKES, compañía que brinda servicios a empresas como AT&T, lo que considero es uno de los mejores trabajos que pude conseguir, queda en Moravia, a la vuelta de la casa y me lograron ajustar el horario para poder ir a la universidad. Ha sido una experiencia muy provechosa, porque a pesar de ser una tarea sencilla, hay días que es muy retadora, y la única forma de evitar la monotonía es creer que en cada llamada uno está ayudando a los demás. Al mismo tiempo, es un trabajo entretenido, puesto que uno nunca sabe quién está del otro lado del teléfono. He atendido gritones, cascarrabias, y personas terriblemente amargadas, pero la mayoría de las veces son amenas y simpáticas, que sin conocer más que mi nombre, comparten conmigo experiencias significativas de sus vidas, su recién compromiso, su último divorcio, o que están a la espera de ser enviados a dar la vida por su país. 
Hay días buenos, hay días malos; mas estoy agradecido por esta etapa de mi vida, y quiero cada día crecer en mi trabajo, en la música y la publicidad. Espero llegar a ver el nombre Jorge Mario Quesada Sesín en los créditos de muchos proyectos y publicaciones.



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