A lo largo de los años he descubierto que el
correr es una actividad que libera la tensión, el estrés, y permite refrescar
el cuerpo y la mente después de un día de intensas actividades. He comprado la
ropa deportiva, el calzado y hasta he realizado la programación de estos
segmentos deportivos durante la semana, pero constantemente aparece una
situación que me impide salir a correr, tanto así que se ha convertido en un
deseo de ya varios meses. Ahora entiendo que hacer deporte no solo repercute en
mi salud, pero influye directamente en mi desempeño en la universidad, o en el
trabajo, pues tengo la oportunidad de cambiar de ambiente y descansar después un día
muy demandante. Similarmente, armar rompecabezas en una actividad que no
practico aún, pero me gustaría realizar con frecuencia, pues le permite a uno
concentrarse en una tarea totalmente distinta, y ejercita el análisis y el
pensamiento crítico. No me veo como una persona que arme rompecabezas todos los
días, pero de encontrar el momento para sentarme y disfrutar de este hobbie, periódicamente,
puedo incrementar mi bienestar, y por supuesto ser más efectivo. Creo que uno es capaz de hacer todo lo que se
proponga, pero es necesaria una buena planificación para hacer todo a su debido
tiempo, y obtener los máximos resultados.
Sean Covey (2012) manifiesta que los cuatro
principales ingredientes de un cuerpo sano son dormir bien, el descanso físico,
buena nutrición y ejercicio adecuado. Convenientemente para la mayoría de las
personas es natural el dormir, así como realizar numerosas actividades
recreativas para descansar, pero en el caso de la nutrición es una historia muy
distinta. Es importante encontrar un equilibrio en todas nuestras actividades,
pues una mala alimentación puede afectar nuestras horas de sueño, así como
impedirnos distintas actividades de ocio por una factura que nuestro mismo
cuerpo nos está cobrando. Tal como se mencionaba en los primeros hábitos, es
nuestra decisión cuidar nuestro propio cuerpo, pero también debemos poner
primero lo primero, y comprender que si nuestro cuerpo, mente, alma o espíritu
no funcionan, no podremos realizar aquellas actividades que llamamos “prioridades”.
Mi hermana me comentó que este hábito de Afilar
la Sierra también aplica al ámbito profesional, pues uno puede actualizarse
constantemente, con noticias e investigaciones de la actualidad, y así trabajar
en nuestro crecimiento intelectual. Ella me comentaba que hay que luchar contra
la pereza, contra esa sensación de comodidad que no nos permite salir de
nuestra zona de confort a buscar nuevas oportunidades, nuevas capacitaciones,
para poder satisfacer cada uno de nuestro roles efectivamente.
Referencias:
Covey, S. (2006) Los 7 Hábito de los Adolescentes Altamente Efectivos. México: Debolsillo
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