Sin lugar a duda, la aplicación del Hábito 4:
Pensar Ganar-Ganar presenta una complejidad mucho mayor, a la hora de utilizarlo,
en comparación con los demás hábitos aprendidos; pues la sociedad nos enseña
precisamente lo contrario, la vida es una carrera y en toda situación en la que
uno no gane, pierde. Se resalta mucho la individualidad, los logros alcanzados
son míos y de nadie más, y la razón de mi victoria es producto de arrebatársela
a alguien más. En pocas palabras se nos presenta un panorama muy cerrado,
perder-perder es inadmisible, ganar-perder es lo ordinario y ganar-ganar un
imposible. Sin embargo, el contenido de esta semana esclarece que en todas
nuestras relaciones la cooperación mutua, el ser valiente y considerado al
mismo tiempo, el ver cada situación no como un yo, sino como un nosotros; es no
solo alcanzable, sino también deseable. Aplicado en mi trabajo, comprendo que
no es el camino más fácil, pero sí el que genera resultados valiosos y duraderos.
Se resume en preguntarse en cada situación ¿cómo gano yo? y más importante: ¿cómo
hago para que ganen los demás?
Generalmente pensamos que los beneficios en una
relación son excluyentes, o tú o yo. Razón por la cual desaprovechamos, o
desperdiciamos importantes relaciones en la vida por una concepción egoísta.
Sean Covey plantea un hábito, una costumbre donde el pensamiento es “yo puedo
ganar, y tú también. No es solo tú o yo, sino ambos”. Además,
aclara que el pensar ganar-ganar es “el fundamento para llevarse bien con los
demás, que comienza con la creencia de que todos somos iguales, de que nadie es
inferior o superior a los demás, y que en realidad nadie necesita serlo”
(Covey, 2006). Como mencionaba al inicio, este hábito, hasta el momento, es el
más difícil de todos, pues supone renunciar a esa zona de confort, y empezar a
pensar en los demás, en lo que a ellos les interesa y les beneficia. Lo entendí
mejor con el ejemplo de una madre embarazada, al recibir la noticia ya no busca
solo lo que le hace bien a ella, sino lo que beneficia a los dos.
Durante una charla vocacional enfocada a
aspirantes de una carrera musical, el panelista expuso el sacrificio que
conlleva dedicarse a las artes, las 8 horas de sueño pasan a ser un pensamiento
bonito nada más, y todas las salidas durante y el fin de semana serían con mi
buen amigo el saxofón, en mi caso. En estas situaciones uno siempre piensa que la
gente es exagerada, pero hubo una frase que me llamó fuertemente la atención: “mientras
usted duerme, hay alguien más practicando”. Si bien denota el compromiso y
perseverancia que hay que tener con las metas y los sueños, supone también que
el éxito se alcanza siendo el mejor, y esto significa estar por encima de los
demás. Después de unos minutos de pensamiento, tratando de encontrar este
equilibrio ganar-ganar en un ámbito musical, entré en razón al considerar que
no hay nada más diverso que el campo artístico, y la ejecución musical que yo
tengo, no la tiene nadie más, y viceversa. Esta es la mina de oro de la música,
poder apreciar el talento de los demás al no verlos como competencia, o como las
personas que me pueden quitar una esperada beca, sino como fuentes de
aprendizaje, de donde nos podemos beneficiar ambos. Al final, es creer que los
éxitos de otras personas son míos también, si logro aprender de ellas,
valorando tanto lo que ellos como yo tenemos para ofrecer.
Comentaba con mi papá este pensamiento de
ganar-ganar, ya que él, por la naturaleza de su trabajo de ingeniería civil, se
relaciona con un sinnúmero de personas diariamente. Me manifestó que las
relaciones con contratistas y trabajadores son muy complicadas, hay que
presionar e insistir para poder cumplir con los plazos establecidos, o rechazar
trabajos que no cumplen con los pedidos del cliente, que si bien puede
reducirse a “no lo hizo bien, no se le paga”, se busca conciliar, llegar a un
punto común donde se consiga un trabajo terminado para el cliente y el
bienestar de los trabajadores. “La clave de un buen equipo de trabajo es crear
valor con todos los involucrados, entender que tanto ellos como yo tenemos un
objetivo, y todos debemos salir beneficiados”, me manifestó.
Referencias:
Covey, S. (2006) Los 7 Hábito de los Adolescentes Altamente Efectivos. México: Debolsillo
Referencias:
Covey, S. (2006) Los 7 Hábito de los Adolescentes Altamente Efectivos. México: Debolsillo
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